La Organización Científica
del trabajo (OCT), establecida por Taylor en 1911, proponía una radicalización
del trabajo de cada empleado en el sentido principalmente de la división del
trabajo donde éste estaba reducido a una cosa sin ningún sentido. Y con única
motivación del trabajador materializada en el dinero, o por lo menos, en el
sueldo que cobraba dicho trabajador.
Ahora, desde unos cuantos
años, la organización de la empresa está siguiendo una evolución contraria a
ésta de la OCT. En efecto, los trabajadores, o de manera general los empleados,
no quieren solamente cobrar un sueldo pero también estar activo, responsable en
su empresa respectiva. Las necesidades de dichos empleados se dirigen hacia la
voluntad de sentirse más en armonía con su trabajo. Trabajar más
inteligentemente diríamos.
El sentimiento de comunidad,
de cohesión, de llegar a una meta común con otras colegas en el cuadro de una
empresa es un hecho reciente. ¿Y porqué?
Porque nos hemos dado cuenta
que entre algunas personas obtenemos mejor resultados que si actuásemos sólo.
Así, se ha creado los equipos de trabajo en las empresas por alcanzar más
fácilmente los objetivos de dicha empresa.
En este trabajo, vamos a
desarrollar las características de un equipo de trabajo, la maneja de
dirigirlo, de motivarlo a través de técnicas de motivación, por ejemplo, para
que el trabajo sea más productivo todavía sin por lo tanto que se desarrolla
unos conflictos, bichos negros de todo equipo de trabajo, porque trabajar en
equipo no es fácil pero posible. Para que un equipo sea positiva mente dinámico
en la consecución de sus objetivos, éste tiene que dirigir las fuerzas de cada
participante hacia dicho objetivos que son de la empresa.
Así, basándome sobre el
libro de Nicolás Fernández Losa, he tratado de resumir, sin por lo tanto minimizar,
la noción de equipo de trabajo que está en esos días un medio muy interesante
por cualquier empresa para motivar a sus empleados.
EL COMPORTAMIENTO DE LOS
MIEMBROS DE LOS EQUIPOS.
En el contexto de los
equipos de trabajo, tres necesidades dictan el comportamiento humano:
La necesidad de logro cuya
motivación es el deseo de realizar algo positivo en la vida y conseguir éxito
en competencia con la norma o estándar.
La necesidad de poder que se
manifiesta en el deseo de obtener o mantener una dominación sobre una
persona(s) del equipo.
La necesidad de afiliación
cuyo ámbito es el establecimiento, mantenimiento o restauración de una relación
emocional positiva con otra persona.
Tres tipos de motivación se
unen a esas necesidades:
Motivación por el logro
caracterizado por metas elevadas con la posibilidad de alcanzarlas.
Motivación por la afiliación
que se manifiesta a través de la aprobación de los demás.
Motivación por el poder
caracterizada por una marcada tendencia a influir sobre los demás para
conseguir el objetivo.
En cuanto al comportamiento
de los miembros, también éstos pueden desarrollar diversos roles que facilitan
a los individuos la capacidad de expresarse de tal manera que se alcanzan los
objetivos. Para eso, situaciones distintas pueden exigir roles diferentes a los
miembros de un equipo.
Hay que definir el rol
requerido para poder desempeñarlo:
Rol centrado en la tarea,
resultante de la necesidad de logro permite:
Estimular la creatividad
organizando, planteando lo que gira alrededor del problema.
Recoger información y
datos
Elaborar resúmenes y
suministro de información, es decir, de las ideas y propuestas que han surgido
durante la discusión del grupo.
Buscar el consenso y la
decisión final mediante preguntas para saber si el grupo está cerca de una
solución.
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